Te quiero cuando eres feliz y se te nota,o cuando eres genial con una frase que lo resume todo, o cuando ríes, o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi no puedo resistir lo que me gustas, cuando, lleno de vida, te despiertas y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana. Voy a empezar contigo el desayuno
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