Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca. Pura. Pura para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mi y a quien todavía no conozco. Lo sé. Un contrasentido. Pero me haría sonreír. La cogería y me la llevaría al instituto. La dejaría apoyada en el pupitre, sin más, sin decir nada. Y todos se acercarían llenos de curiosidad. Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. Después, a ultima hora, arrancaría uno a uno los pétalos y, con un rotulador azul, escribiría letra a letra la frase de aquella canción tan bonita:” Entre los obstáculos del corazón hay un principio de alegría que me gustaría merecer…” y después tiraría los pétalos por la ventana. El viento se los llevaría. Podría ser que alguien los encontrase. Que volviese a ponerlas en orden. Que leyese la frase. Y que me viniese a buscar. El quizá. Ya. Pero ¿Quién es el?♥
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