Porque cada vez que te miro a los ojos, sonrío.
Porque cada vez que escucho tu voz, mi corazón de acelera y late a mil por hora.
Porque cuándo me abrazas, para mi eso es más que un simple abrazo.
Porque cada vez que nos despedimos, me vuelvo hacia ti para mirarte.
No sé por qué pero siempre, absolutamente en todas las ocasiones, mi cuerpo me empuja a dar media vuelta y mis ojos te encuentran con la mirada.
¿Alguna vez me buscarás tú a mi?
No hay comentarios:
Publicar un comentario