Se dice que el amor es algo que nos llega a todos, dicen que duele, que decepciona pero que te hace soñar despierto. Pero de qué se enamora la gente, de nuestra superfície, esa chica delgada de ojos claros, larga melena. Yo no creo que eso sea amor, a eso se le llama superficialidad. Yo busco ese chico capaz de hacerme feliz con tan solo una mirada, un gesto, un te quiero. Ese que me quiera por como soy, por mi sinceridad, mi comprensión y mi cariño. Que no juegue conmigo ni con mis sentimientos, que me agarre fuerte y no me suelte si necesito que me abrace, que me diga que me ama cuando lo crea necesario, que me acaricie el pelo con dulzura y que jamás me deje marchar. Que me proteja si estoy desamparada, que me ayude a sacar lo mejor de mí, que me escuche si necesito hablar y que me consuele si me ve llorar. Sueño en que hay alguien para mí, que crea que yo también valgo la pena y que no siempre lo que se ve a simple vista es lo más importante, sino, que trate de descubrir lo que llevo dentro, lo mejor de mí misma.