-He engañado para evitar que me engañasen. Me sucedió cuando era joven. Estaba muy enamorado de una chica que era una zorra y que salía con otros. Cuando lo descubrí me juré a mí mismo que no me volvería a suceder, que yo me anticiparía a ellos, que engañaría antes de que los demás me engañasen a mí.
-Mal, porque eso significa que has perdido dos veces. La primera cuando has engañado y la segunda cuando dejaste de creer en el amor. Yo, en cambio, quiero creer.
-Y si tuviese a otro, ¿cómo te sentirías?
Alex reflexiona unos segundos. Sus amigos se miran preocupados. A continuación les habla de nuevo sin perder la calma.
-Podía estar con otro y no ser lo suficientemente valiente como para decírmelo..., pero ¿por qué no iba a creerlo? ¿Qué habría de malo en ello? La belleza del amor consiste precisamente en que uno se enamora sin una razón determinada, involuntariamente y en el momento más inesperado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario